PROLOGO
Rojo, rojo, lo único que mis ojos podían ver en ese momento era ese intenso y espeso color rojo, a su alrededor todo era oscuridad y sombras, un frío calaba por mi espalda y a pesar de estar arrodillada en el suelo, podía sentir como temblaban mis piernas e iban perdiendo fuerzas. Alce la vista y logre vislumbrar una figura vestida de negro parada frente a mi, inmóvil y amenazante. logre darme cuenta de la presencia de dos bultos sin vida en el suelo a un costado del hombre, cubiertos de sangre y ya sin vida. Los mechones castaños cubiertos de sangre que lograban asomarse de entre las ropas desgarradas me parecieron muy familiares. Me tomo unos segundos darme cuenta de quien se trataba, esos risos que siempre me habían parecido tan hermosos, con ese agradable aroma a shampoo de rosas, ese sweater que le había regalado la navidad pasada y que ahora se veía irreconocible debido a estar casi completamente teñido de rojo, a su lado otra figura familiar de largas piernas, cabello cano...